Homenaje a Sylvie Kristel.

Perdida entre las noticias del día algunos medios publicaron que Sylvia Kristel está hospitalizada en Amsterdam por un ataque cerebral. El previsible final va marcar no solo el fin de una persona si no también, en nuestra modesta opinión, el cierre de una época.
Krystel protagonizó en la década del setenta la película Emmanuelle y a través de ella se convirtió en un icono sexual con el que más de una generación fantaseó. La película inspirada en la novela homónima de Marayat Bibidh Andriane se estrenó en 1974, fue tan exitosa que se proyectó en un cine de los Campos Elíseos en París durante 13 años y mostraba las aventuras de una jovencita de 17 años en Asia. El director francés Just Jaeckin rompió con el tabú del sexo en la pantalla grande y puso de moda el erotismo alejado de los convencionalismos del cine porno y sus variantes que después vendría.
La belleza y la ingenuidad de Emmanuelle a través de la figura de Kristel hace que hoy la película pueda verse como naif a la luz de las producciones siguientes que fueron subiendo el voltaje y la experimentación.La película puede considerarse como la pornografía "chic".
Después, Kristel protagonizó secuelas como Emmanuelle 2, Goodbye Emmanuelle y Emmanuelle 4. Pero su carrera desbarrancó en medio de la adicción a la cocaína, la bebida y quizá lo peor las malas elecciones de sus compañías masculinas. "He cometido errores, me he casado con la persona inadecuada, pero, al final, he encontrado la felicidad en mi trabajo. La mayoría de la gente piensa que los actores vivimos en el lado luminoso de la vida, pero no es así", escribió un su biografía Nue (Desnuda) publicada en 2006. Alli la actriz narra su búsqueda de la figura paterna la llevó a mantener relaciones con hombres mayores no demasiado felices.
Emmanuelle fue un impresonante negocio económico que se multiplicó en distitnas secuelas no siempre protagonizadas por Kristel que recaudó más de cien millones de dolares, pero su adcicción la llevó a vender su porcentaje de participación a su agente por 150.000 dólares. Y aunque Kristel volvió a aparecer en otras películas (incluso en una secuela televisiva de Emmanuelle como protagonista madura) nunca igualó este éxito y hace seis años dirigió el cortometraje de animación Topor y yo, sobre el ambiente artístico de los sesenta.
La música es un componente importante en el éxito de la película Pierre Bachelet compuso la banda de sonido de la pelicula Emanuelle (la primera, como dato curioso conste que la tercera fue compuesta por Serge Gainsbourg) cuya melodía muy "a lo chanson" compartimos en homenaje a los momentos dedicados a Kristel.



La tragedia de Kristel la emparenta con la de Linda Lovelace, la protagonista de Garganta profunda que fue furor en el cine porno pero estigmatizó para siempre la vida de la actriz que jamás pudo remontar de su papel y falleció en 2002 luego de 19 días en coma producto de un accidente de transito.De una propuesta distinta a la de Emmanuele, Garganta profunda hizo explicito un fenómeno que solo transcurría por los teatros de mala muerte y parte de su éxito de Garganta Profunda solo se explica por la curiosidad que se desató cuando el gobierno del presidente Richard Nixon se propuso censurarla. Entre los asistentes que hacían el aguante ya no estaban solo los adolescentes ansiosos o los hombres con sus valijas ahora desfilaban personajes como Jackie Kennedy, Frank Sinatra, Jack Nicholson y Truman Capote haciéndole el "aguante" a la película y luchando contra la censura.
Luego de encarar algunos proyectos sin éxito Lovelace se convirtió en feminista radical y dedicó sus energías a dar conferencias en contra de la pornografía. Maltratada por su primer marido, el director de cine porno harles 'Chuck' Traynor no disfrutó ni siquiera economicamente de las franquicias de Garganta, por lo que luego de superar su crisis renunció a la fama, se casó de nuevo, tuvo dos hijos y trató de tener una vida normal, pero nunca pudo dejar de lado su pasado como estrella porno.
A riesgo de recibir críticas por la cosificación de la mujer El bazar quiere despedir a Kristel (y a Lovelace también, claro) rindiéndoles el homenaje que se merecen, por la contribución a sacar a luz lo que correspondía, a una época que también se apaga donde el erotismo era la promesa de de liberar los cuerpos, y eso, quizá, sea también hacer una revolución.