10.7.12

Ataque poético: Enrique Lihn


Merced a los oficios del amigo del grupo de lectura Gente Leyendo de la Biblioteca Sarmiento, Fabián, llegamos a esta efemérides que es también un descubrimiento. Te dejamos algo de la obra de Lihn para que te acerques y te maravilles y te contamos algo más del poeta.
Enrique Lihn fue poeta, novelista y ensayista chileno nacido en Santiago de Chile en 1929.Realizó sus estudios básicos en el Saint George College, posteriormente en el Colegio Alemán y en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile.

Fue miembro de la generación del 50, inició muy joven la carrera literaria, incursionando no sólo en poesía sino también en el campo de la novela, el ensayo y la crítica.
Fue profesor en la Universidad de Chile y en 1965 viajó a Paris mediante una beca de museología de la Unesco. Posteriormente vivió en Cuba y EE.UU., gracias a la beca Guggenheim obtenida en 1978.
Su obra poética consta de numerosas publicaciones, entre las que se destacan: Nada se Escurre en 1949, Poemas de este tiempo y de otro en 1955, Poesía de paso en 1966, Situación Irregular en 1977, A partir de Manhattan en 1979, El Paseo Ahumada en 1983 y Diario de la muerte en 1989.
Obtuvo premios como el Municipal de Poesía (1970) en Santiago o el Premio Casa de las Américas de Cuba por su obra Poesía de paso en 1966.
Casi cruzo la barrera

Casi cruzo la barrera
del espejo para ver
lo que no se puede ver:
el mundo cómo sería
si la realidad copiara,
y no al revés, el espejo
llena, por fin, de su nada.

Como desde hace años me detestabas...

Como desde hace años me detestabas
porque a tu real saber y entender yo había sido
el mal marido de una amiga tuya
me elegiste para hacerme decir de tu marido
cosa que repetiste al inventarla
que yo había dicho de él, entre amigos comunes
en una casa precisa
"es un perfecto mediocre"
se te ocurrió darle esa aguja en el costado
celebro aquí esta gran precisión
de la perversidad femenina
Así compenso mis excesos en gloria y alabanza
de las mujeres
Me gustaría escuchar tu versión de los hechos algún día
pero naturalmente más allá de la muerte .

Hay sólo dos países: el de los sanos y el de los enfermos...

Hay sólo dos países: el de los sanos y el de los enfermos
por un tiempo se puede gozar de doble nacionalidad
pero, a la larga, eso no tiene sentido
Duele separarse, poco a poco, de los sanos a quienes
seguiremos unidos, hasta la muerte
separadamente unidos
Con los enfermos cabe una creciente complicidad
que en nada se parece a la amistad o el amor
(esas mitologías que dan sus últimos frutos a unos pasos del hacha)
Empezamos a enviar y recibir mensajes de nuestros verdaderos
conciudadanos
una palabra de aliento
un folleto sobre el cáncer

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