27.8.12

Memorias de radio

Hace un par de años escribí este texto que hoy reedito. Esto es casi un homenaje personal sobre la radio.


Siempre fui un fanatico del medio. Vengo de una época en la que no existían la televisión por cable e Internet (algún blogger debe estar preguntandose ¿Cómo se vivía en ese momento?) Agreguemosle al cuadro que tuve una infancia y una adolescencia en el conurbano bonaerense y buena parte de ella durante la última dictadura (1976-1983) Así que la radio fue para mi trinchera y ventana al mundo a la vez.

La primera radio funcionaba como despertador y como momento de encuentro. Por las mañanas nos iba diciendo la hora mientras nos preparabamos para ir al cole, por las tardes era el instrumento de la búsqueda del mundo a través de la onda corta que daba onda larga a nuestra imaginación de otras culturas.

De la radio gigantesca que había en mi casa pasé a la Spika, o la portatil que era casi como una declaración de independencia al crecer. Funcionaba como el cuarto propio. Es de esta época que arrastro el vicio de escuchar radio por las noches.

Entonces se me vienen recuerdos de los programas de la Mancuso (Sonrisas) y la trasnoche de la Frecuencia Modulada de Radio Rivadavia con la Daunes. Estamos hablando de principisimos ochenta. Ahí descubrí que existía el rock progresivo y el rock nacional que atesorabamos como una contraseña para reconocernos grupalmente y defendernos de la mediocridad ambiente que nos proponían esos tiempos.

Todavía tengo presente la estructura de Radio Del Plata los domingos que pasaba dos tandas de musica en inglés, la tercera era de rock argentino.

Cuando llegó la pesadilla de Malvinas mis programas favoritos eran 9PM con el mejor Lalo Mir y la increible Vernacci. Ahí descubrí el demo de Los Redondos, ese que tenía Mariposa Pontiac, Nene nena y Superlógico.

Fue gracias a la radio que giré hacia temas más serios, al periodismo luego de 1983. Las elegidas eran las dos radios estatales de entonces: Radio Belgrano (a la que los fachos decían Radio Belgrado) y Radio Excelsior. En Belgrano descubrí que la radio podía tener palabra: Enrique Vazquez, Eduardo Aliverti, un joven movilero que se llamaba Jorge Lanata, Ricardo Horvath, Diego Bonadeo y mi programa favorito de entonces Sueños de una noche de Belgrano con Jorge Dorio yMartín Caparrós. Aún sueño con hacer un programa como el de ellos.

Además la noche con Rodari y mi asombro con un tipo que además de hablar sabía escuchar y también la primera Rock&Pop. De ahi mi recuerdo más vivo es para Radio Bangkok con Lalo, Douglas Vinci y Bobby Flores.

A la vez en Argentina se había dado el fenomeno de las radios libres o alternativas y todos soñabamos con el modelo francés o italiano. Participé de ese fenomeno y hoy observo con pena que buena parte de las radios que se inauguraron en ese tiempo no existen o son totalmente distintas.

La primera radio que pisé como estudiante era la antigua Radio Muncipal cuyo estudio principal me parecía inmenso. Haciendo radio una de las primeras en las que trabajé era FM Protagonizar, recuerdo los paneles de arpillera en el barrio de Villa Crespo, luego pasé por muchas otras pero guardo especial cariño por la última FM ISER.

Pero volvamos al pasado. Y hay más recuerdos. Protagonistas con Aliverti, Jorge Guinzburg y Carlos Abrevaya ayudaban a soportar con información la debacle de Alfonsin y el advenimiento del sultán de Anillaco. La FM fue un nuevo refugio frente al avance de la tele que se lo comia todo. Gracias a mi primer Walk man.

Y más, Castello y claro Dolina en todo su periplo por las distintas radios. La información que permitia avizorar el fin menemista y el advenimiento de la Alianza.Y así hasta llegar a hoy.

No quiero hacer una lista completa, estos son solo recuerdos al azar de un medio que se reinventó a si mismo permanentemente y que sigue siendo mi favorito. Incluso hoy en epocas de Internet la radio sigue viva y más activa que nunca. Nuevos desafíos que ponen en escena los deseos de una comunicación más plural y democrática.

Además los fenómenos de las emisoras comunitarias permiten poner en circulacion las ideas de lo que creiamos para el medio. Un lugar de ida y vuelta. Como decía don Bertolt Brecht
Y para ser ahora positivos, es decir, para descubrir lo positivo de la radiodifusión, una propuesta para cambiar el funcionamiento de la radio: hay que transformar la radio, convertirla de aparato de distribución en aparato de comunicación. La radio sería el más fabuloso aparato de comunicación imaginable de la vida pública, un sistema de canalización fantástico, es decir, lo sería si supiera no solamente transmitir, sino también recibir, por tanto, no solamente oír al radioescucha, sino también hacerle hablar, y no aislarle, sino ponerse en comunicación con él. La radiodifusión debería en consecuencia apartarse de quienes la abastecen y constituir a los oyentes en abastecedores.

Por todas estas cosas feliz cumple radio.

2 comentarios:

el tula dijo...

Se olvido querido amigo de poner "El loco de la colina" LUGAR donde nos encontramos con los redonditos de ricota, durazno de gala y la direccion de todos los telos de Capital.

J.Eduardo Martínez dijo...

Claro, la lista está incompleta pero es que a determinada edad la cabeza no da, master