25.2.11

Función privada: La red social de David Fincher

La presencia del Tio Oscar, ineludible por que se encargan de machacar y machacar, lleva a este cronista a preguntarse si vió alguna de las películas que compiten. Si se toma en cuenta que Atrapado sin salida o Los martes orquideas no compiten, hay que reconocer que no, que ninguna de las cintas que hoy pueden ser premiadas bajo la alfombra roja ( no le esquivo a los clichés, eso hay que reconocerlo) tuvo el honor de ser vista por mí. Entonces ¿de qué voy a hablar cuando me pregunten?, ¿este no era un blog de periodismo cuasi cultural?. Agobiado por las preguntas, apago la emisión de Los Simpson y me voy hasta lo que era un videoclub y ahora es un mantero reciclado con local y todo que vende peliculas, no se lo digan a nadie, copiadas y de una calidad mas o menos buena. Mi plan era entrar y decirle deme las peliculas que compiten por el Tio Oscar, pero algo de prejuicio me dió y me conpré alguna otra antes de preguntar si estaba La red social o El discurso del rey, dos de las que, según leo en Internet, tienen posibilidades de (atento, viene el cliché) "alzarse con la estatuilla", sin saber si la frase es erótica o una metáfora mal puesta nomás.
Así que puse en el DVD The social Network, la que cuenta la historia del creador de Facebook. Lo que sigue no es una crítica, son solo algunas anotaciones.
Pensé que esta era una película de esas que pueden pertenecer a dos estereotipos: a. "Chico que con esfuerzo sale de pobre y se convierte en rico" o b. "Chico que hace cualquiera para triunfar". Ya sabíamos el final, el personaje termina inmensamente rico, lo que la película tenía que contarnos era cómo la hacía y a cuántos dejaba en el camino. Yo creo que el director se debe haber planteado lo mismo al momento de contar la historia y eligió esta cosa de flashbacks permanentes que forman parte del nuevo manual del guionista moderno.
Pensé que no podía jugarse demasiado con las valoraciones morales, en definitiva la figura de Zuckerberg está todavía demasiado fuerte como para animarsele desde una pelicula hecha desde el mainstream de los grandes estudios así que demasiadas ilusiones no me hacía.
De modo que me concentré en ver como era el personaje de Mark, un tipo al que se lo presenta motivado por deseos de pertenecer a eso que es el éxito capaz de traicionar y mentir para llegar, de dejar de lado a sus amigos y hasta desahacerse de su novia por que en ese camino a la gloria (¡uy como estoy!) le peuden servir de lastre. Pero todos en la pelicula se comportan como en superficie, parecen impenetrables, no hay rasgos humanos en la piel, todo se esconde,, parece que de tantas presiones la película parece que no pasa nada aunque pase todo. ¿Se entiende?, yo no sé cómo será el fulano este Zuckerberg pero la verdad es que ni siquiera parece un nerd, parece una piedra, una roca. No sé si esta habra sido la propuesta escénica del director o la incapacidad del director, la verdad es que no tengo idea, pero el muñeco actoral me parece, en mi humildisima opinión quedó jugando en el camarín.
Por supuesto no se priva de la moralina de esa escena con Zuckerberg solo mirando el perfil de face de su ex-novia con el doble juego de pensar que hasta ella entró en el circuito y él no se anima a mandarle la invitación para que sea su amiga. La tecnología se sabe, aleja a la gente, dice el sentido común popular.
De modo que cuando terminó la pelicula me quedé meditando sobre lo solo que estaba el bueno de Mark con tantos millones y discutiendo sobre como puede ser que haya gente tan rica y yo tenga que estar escribiendo este post porque en definitiva no vi todas las peliculas del Tio Oscar y etc. etc.
Leo hoy que hay dos peliculas latinoamericanas que hablan de la influencia de la cotidianeidad de las redes sociales , pero eso forma parte de otro post, que escribiré después.


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