18.1.11

Demasiada conexión, quizás no sea conexión

Les recomiendo este texto de la periodista mexicana Rosaura Ochoa sobre el exceso de información.


A diferencia de mis predicciones para el 2010, esta vez solo haré una predicción de las redes sociales para el 2011, la tendencia a desconectarse de ellas para ir en la búsqueda de la reflexión y la innovación. Llegó el momento en que muchos de nosotros haremos frente a la sobrecarga de información digital en las redes haciendo pausas mayores que nos permitan el análisis profundo, y una reconexión con lo que hay en nuestro físico medio ambiente.

Durante esta última década hemos tenido la fortuna de tener una cada vez mayor conectividad a Internet y ahora exigimos una híper-conectividad, afortunadamente parece inevitable que cada vez más personas tengan acceso a tecnologías que las conecte, eso es muy positivo y muy justo. Sin embargo, con esta revolución democrática de la información y expresión en las redes nos hemos convencido entre todos de que la búsqueda del éxito y la excelencia requieree del alcance de una permanente conectividad ¿lo es?

Pocos días después de alejarme de Twitter por unos días por motivos personales y de trabajo (aunque seleccioné el momento de forma repentina, debo confesar), me enteré que el director de “Inception” Christopher Nollan, no tiene un celular, no tiene una cuenta de correo electrónico y no se conecta a Internet, asegura que eso le permite pensar, crear. Esto no demuestra que el Internet y el contacto con otras personas a través de nuestros dispositivos sea negativo, no, pero tiene sentido llegar a la conclusión de que es positivo alejarse para tener esos momentos de creatividad y profundidad que llevan a resultados grandes, como “Inception”, vaya.

Otro problema con estar conectado durante todo el día es la relación en el salto entre las múltiples tareas con la productividad, por ejemplo, yo en este preciso momento: Estoy escribiendo este post, luego leo un mensaje directo en Twitter que considero debo contestar de inmediato, recibo y contesto un mensaje instantáneo de mi marido en mi iPhone, después me llama por Skype un amigo con quien estoy realizando un proyecto que lanzaremos el próximo mes, hablamos durante unos 15 minutos.

Bien, cuando finalmente vuelvo al post me siento desconcentrada, me toma algunos minutos volver a enfocarme, perdí una idea que no puedo volver a recuperar con la rapidez y nitidez que quiero, por otra parte, me hubiera gustado tener unos minutos para reflexionar un poco las conversaciones que tuve, todo esto me causa algo de ansiedad. ¿Solo me pasa a mí?

Los mejores momentos creativos suceden cuando tenemos el tiempo y el espacio mental para tomar un pensamiento y seguirlo a donde nos lleve, la constante conectividad se vuelve un obstáculo. Los instantes de genialidad raramente se presentan, pero estando frente a nuestras pantallas y saltando de ventana a ventana todo el tiempo, nos estamos asegurando de tener menos de estos momentos ingeniosos y de llevar menos creatividad a lo que sea que nos dediquemos.

¿Cómo queremos armar revoluciones y resolver los problemas del mundo en las redes sociales sin hacer análisis y planeación, con publicaciones impulsivas sin conocimiento de los temas actuales? Ahí tenemos a WikiLeaks, todos creían saber de lo que hablaban, defendían o condenaban con interminables argumentos en Twitter sin saber que era WikiLeaks ni haber conocido los cables filtrados, esas publicaciones iban cambiando de tono e hasta de inclinación conforme pasaron los días, incluyendo la de líderes de opinión, periodistas, bloggers experimentados. La urgencia de la inmediatez jugó en su contra.

Publicaciones ignorantes y superficiales demuestran la necesidad que sentimos en ser los primeros en opinar e informar, son publicaciones erráticas, mal informadas, impulsivas, y quedan como prueba irrefutable de que no dejamos espacio para profundizar en la información que llega a nuestras manos en tiempo real, todos queremos estar permanentemente conectados, híper-conectados.

Estar conectados es bueno, estar conectados también es malo. Me encantaría abarcar este tema de forma más amplia y analítica en un futuro, por lo pronto, ¿Qué opinas de mi predicción? ¿Crees que es el futuro desconectarse para conectarse? La nueva media nos hace inteligentes, pero primero hay que saber como.

No hay comentarios.: