1.4.09

Fotos viejas, adiós Don Ricardo

La foto es de septiembre de 1983 en los 18 de Salvador. De izquierda a derecha Claudio, Marcelo y el que está detrás de este mostrador. Ayer cuando me enteré de la muerte de Alfonsin me acordé de esta foto que dejó inmortalizado una época mía. Eramos jóvenes, la dictadura se estaba yendo por el foro después de la canallada de Malvinas y estabamos asomando a un mundo distinto que iba más allá de los limites del colegio religioso donde estudiábamos.
Alfonsín era una puerta a otra cosa, no tenía el que subscribe una muy sólida formación política, más que una familia moderadamente gorila y ese nacionalismo católico que todo lo puede. Tiempo después en una frase de los Redondos encontré una clave: mutar de dogmas.
Y así abracé a la imagen de Alfonsin, una especie de padre permisivo en sintonía con una carga hormonal que venía al tropel sin pedir permiso pero con las culpas instaladas.
De política no hablemos. Era una cuestión más afectiva que pronto quedaría sepultada cuando la adolescencia quedara postergada por esas cosas que llamamos vida paralelas a ese gobierno de ese padre que nos salvaba de la "barbarie" peronista, que nos hablaba de ética, de modernidad, que enjuiciaba las Juntas pero que también dictaba la ley de punto final, que se subía a un púlpito a contestarle a los curas y a Ronald Reagan pero que transaba con los capitanes de la industria y con los jerarcas sindicales que había combatido.
Otras urgencias más radicales me iban llevando lejos de lado de Papá Alfonso. La economía de guerra y la casa en está en orden fue la despedida. Al desbarrancar en el 89 me dió lástima por el viejo, la realidad se lo había comido y ahora le entregaba el gobierno al Tío patilludo.
Volví a acordarme de él cuando firmó el pacto de Olivos y le regaló a Mendez y a la gente la ilusión de la cuota de la licuadora.
Lo volví a ver con la Alianza con el aburrido al frente, alguien creía que ese nos podría gobernar.
Me dió pena y bronca ver como lo embestían los mercados pero mascullaba una frase triste, lo sé, "por algo habrá sido", cuando se fue débil, el gesto de fortaleza es en vano.
Siempre anduvo dando vueltas ahí es inevitable pensar en él como un tipo formado y lo que llaman un político de raza, aunque desconozco de qué raza son los políticos. Me cae bien porque sabía leer y escribir de corrido que es mucho más que los que hacen política ahora y fundamentalmente porque como dicen por ahí en estos tiempos de videopolítica arrancó de abajo y no es el hijo de, el miembro de la farandula o el que a partir de alguna desgracia personal agita miedos por ahí.
Ayer tuve la sensación que además de morirse Alfonsín se había muerto una parte de mi adolescencia y cuando fui a verla la foto parecía más vieja...

3 comentarios:

Hugo Mayer dijo...

impresionante relato , Eduardo creo que coincido un 100 % en tu caracterización a Alfonsín . Yo también siento que perdimos un político de raza , honesto como pocos pero claro , su gobierno dejó bastante que desear . No sabía de tu viaje por Latinoamérica , sería bueno que pongas una crónica acá no? tenemos la misma edad y nos identificamos bastante por lo que veo.Es genial que trabajemos en el mismo colegio y dando la misma asignatura.

EL TULA dijo...

ESTOY CANSADO DE VIEJOS CHOTOS QUE VIVEN DE RECUERDOS Y SOBRE TODO CUANDO INTENTAN APLACAR LA PELOTUDES DE UN POLITICO QUE ME LLEVO A COMPRAR EL PAN A LA MAÑANA A UN PRECIO Y A LA TARDE EL DOBLE, QUE ME DIJO QUE EL PLAN AUSTRAL ERA LO MEJOR QUE EXISTIA PARA SALVAR AL PAIS, QUE CON LOS JUICIOS SE PACIFICABA Y SE DIGNIFICABA EL PAIS, PORQUE NO LE AVISARON A GORRIARAN MERLO CUANDO TOMO LA TABLADA O PERTENECIA A LA JUNTA MILITAR Y YO NO ME ENTERE, QUE FIRMO EL PACTO DE OLIVOS OTORGANDOLE AL RECARLOS LOS DERECHOS PARA QUE HAGA LO QUE QUIERA, DEJEMONOS DE JODER EL UNICO POLITICO DE VERDAD QUE CONOZCO FUE FUSILADO EN LA CASA DE LA MONEDA

J.Eduardo Martínez dijo...

Bueno Tula calmese no me diga viejo choto aunque tenga razón