18.5.12

Conmemorando el Día Internacional de los Museos

El 18 de mayo fue instaurado por la Unesco como el Día Internacional de los Museos, cada año se celebra eligiendo un tema especial. El tema para el año 2012 es “Museos en un mundo cambiante. Nuevos retos, nuevas inspiraciones”. En un mundo cambiante la desidia y el interés hace que parte del patrimonio cultural de la humanidad se pierda. Para saber más podés entrar aquí.
Pero para conmemorar el día quiero hablarles de la situación por la que está pasando uno de nuestros museos: el museo del cine Pablo Ducrós Hicken.
Hace mucho tiempo haciendo una investigación sobre la revista Sintonía conocí el Museo del Cine. Todavía estaba, me acuerdo, en el barrio de Once, me impresionó el trabajo de esa gente tratando de salvar el testimonio de la industria cinematográfica argentina, en un país no demasiado proclive a conservar su pasado. Luego de varias mudanzas recaló en su sede actual J. Salmún Feijoo 555, pero las penurias no tienen fin.
Según cuentan los diarios el museo está en emergencia patrimonial por lo que se podría perder un archivo fílmico único en el país donde hay desde películas mudas hasta la colección del noticiero Sucesos argentinos.
La decisión es parte del gobierno porteño y de la legislatura que tiene en agenda un proyecto para declarar la emergencia del museo y poder recibir así partidas presupuestarias extras.
Para dar cuenta de la importancia que se le dá a la cultura esta sede que ocupa el museo es un depósito que no ofrece las condiciones necesarias para el almacenamiento y preservación del material fílmico y de las películas de nitrato, materiales altamente inflamables. Relataron que ya hay latas oxidadas y fotografías históricas agrietadas y al borde de la desintegración.
Las notas periodísticas también dan cuenta que el museo funciona en el segundo piso de un edificio que le pertenece al Correo Argentino, donde también está el Centro Electoral, y es alquilado por el Ministerio de Cultura porteño.
En ese depósito el Museo guarda 60 mil rollos de películas, 350 piezas –como proyectores y filmadoras–, 1600 guiones originales, una biblioteca especializada con 8000 volúmenes, 350 bocetos de escenografía y vestuario y 3000 afiches.
Conviene recordar, por si hace falta, que las políticas de conservación del patrimonio no son un lujo si no la necesidad de construir una memoria colectiva necesaria para la identidad.
Si querés saber un poco más entrá a la web de la revista Escribiendo cine.

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