Por la tira de Rep hoy en Página me entero que se cumple un aniversario de el primer número de la revista Humor. Como de la adolescencia uno guarda recuerdos que son contradictorios, por un lado son maravillosos, pero por otro, fue un período no demasiado agradable.
Mi relación con la revista es casi igual que con la adolescencia, quizás porque la acompañó y fue para mí un elemento más de despertar: de ideas, de sensaciones, de broncas, de esperanza y luego de tristes realidades. Me sumé a la lectura de la revista en los primeros números gracias a los oficios de unos tíos en cuya casa se la compraba. Me llamaba la atención esa especie de Mad de la cual yo era fanático sin haberla leído jamás en inglés y ese discurso que iba apareciendo en sus páginas a medida que avanzaba el tiempo. Ese inconformismo que iba dando tips de tipos que estaban censurados, de temas que estaban prohibidos, de oxígeno que contrastaba con esa educación en el colegio conservador al que iba.
Fue mi lectura casi religiosa durante años, sobre todos los ochenta y se diluyó poco a poco en los noventa, a pesar de que el innombrable daba bastante para el humor acido (que nos limó a todos).
Cuando entré a la Facultad en 1984 la revista no gozaba de un prestigio entre los intelectuales progresistas y populares de ese entonces, la acusaban (creo yo que injustamente) y de algo que era terrible para ese ambiente: la revista era alfonsinista.
Navegar en esas aguas no era fácil la primera acusación me parece que no rescataba un montón de cosas que había hecho la publiciación (que había entrevistado a muchos censurados, que había dado páginas a Soriano, etc. etc) y la segunda, era un mal de época y de cierto intelectual.
Como bien rescata Rep en la tira el editor era Andres Cascioli que produjo otra serie de titulos interesantes: El periodista, El pendulo o Fierro. Muchas veces digo en clase que estas épocas de responsables de medios fantasmas (a quien se puede quejar uno por lo de Canal 11 a Telefónica y quién es la cara?) esos editores eran almaceneros en el mejor de los sentidos, porque cabrones o negociantes tenían una cara.
Mis respetos para Humor y me voy a buscar en el placard números viejos, a lo mejor puedo recordar algo de mi adolescencia y también de mis sueños... Todo lo demás se lo dejo a Rep en su tira
2 comentarios:
Me encato este post, y si yo me quedo con humor era adolecente cuando de vez en cuando lograba capturar alguna que caia en casa y era genial, La clinica del doctro cureta, era genial.
Hoy admiro lo que escrbieron alli, se la jugaban siempre.
Saludos
me encanta leer todo lo que escribis... aunque pienses lo contrario...eso me conecta con tus fantasias, con tus sueños y con tus recuerdos...fiel admiradora tuya desde hace casi siete años...
Tu Andrea
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